Trauma significa «herida», «daño» o «lesión». Así como nuestro cuerpo es susceptible de ser herido, también a nivel psicológico podemos sufrir heridas que continúen doliendo y afectándonos aún con el paso del tiempo.
Es conocido que determinados sucesos pueden resultar traumáticos a nivel psicológico como el sufrir una catástrofe natural, un accidente grave o un atentado terrorista.
Existe otro tipo de trauma que es más difícil de identificar pero que igualmente resulta muy dañino y nos puede afectar de manera muy profunda. Es el que se produce por sufrir situaciones quizá menos llamativas pero que se han producido de manera repetida, continuada en el tiempo. Y especialmente cuando estas experiencias traumáticas aparecen en períodos vulnerables como son la infancia y la adolescencia.
Un/a niño/a necesita de al menos una persona adulta que se ocupe de la totalidad de sus necesidades a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Cuando no hay atención a las necesidades y/o se produce abuso (que puede ser de tipo físico, psicológico, emocional y/o sexual) la probabilidad de que se produzca trauma psicológico es elevada.
Cuando hay trauma esto incide en la totalidad de la persona, todas sus áreas de funcionamiento estarán en mayor o menor medida afectadas. La persona sufre el trauma en el cuerpo y en la mente.
El tratamiento del trauma complejo es importante que se base en una evaluación completa (mediante la entrevista, tests y cuestionarios) y que se individualice para cada persona concreta.
Sanarse de un Trauma complejo es ante todo complejo. Los enfoques simplistas no suelen dar buen resultado dado que este tipo de trauma incide en la persona en su globalidad. Afecta a su cuerpo, su mente, sus reacciones, su manera de relacionarse con los demás y consigo misma. Para recuperarse la persona necesita aprender a cuidarse y atender todas esas necesidades que nunca fueron vistas ni cuidadas.
Para ello podemos utilizar una gran variedad de herramientas procedentes de las diferentes orientaciones psicológicas, siendo útil un enfoque lo más integrador posible. Las técnicas son imprescindibles pero también lo son el vínculo y la alianza terapéuticas; sin un buen vínculo y una buena alianza es difícil que las técnicas puedan funcionar. Es por esto que presto atención a ambos aspectos en la terapia, a utilizar los ejercicios, técnicas y herramientas que creo que pueden ayudar a la persona y también a que exista una buena relación terapéutica.
Es además necesario tener presente el esquema de trabajo de las tres fases en el tratamiento del trauma: la estabilización (aprender a manejar el estrés y manejarse en la vida cotidiana), trabajar con los recuerdos traumáticos y la integración (es habitual que el trauma produzca disociación en mayor o menor medida).
Este trabajo en tres fases es circular y no lineal. Por lo general se necesita volver a las fases anteriores de manera recurrente.
Como en cualquier otra dificultad que los pacientes traen a la consulta, la evaluación se realiza utilizando la propia entrevista y también instrumentos de evaluación como tests y cuestionarios. Esto se hace en unas 5 sesiones de 1 hora. Estas 5 sesiones iniciales nos dan mucha información pero la realidad es que durante todo el tratamiento seguimos (paciente y psicóloga) extrayendo información sobre lo que le ocurre a la persona, porqué y cómo ayudar.
Las sesiones tienen una duración de 55 minutos y la frecuencia es de una sesión por semana.
Es imposible determinar cuánto tiempo va a durar un tratamiento. Depende de los objetivos que se marquen y de cómo responda la persona al mismo. Lo que sí es cierto es que el Trauma Complejo no suele tener un tratamiento breve. También es cierto que cada persona decide hasta qué punto quiere llegar. Algunas personas quieren únicamente hacer un trabajo de estabilización, de manera que cuando se sienten mejor y pueden funcionar mejor en su vida cotidiana ponen fin a la terapia y otras personas deciden trabajar a un nivel más profundo. Ninguna opción es mejor que otra, cada persona sabe qué necesita y si es su momento o no de trabajar a un nivel más profundo o menos.
Es recomendable poner en palabras lo ocurrido pero esto solamente se hace cuando la persona está preparada para ello y si siente que quiere hacerlo (aunque le cueste). Es algo que se va trabajando poco a poco durante la terapia y basandose en la seguridad de la relación terapéutica entre paciente y psicóloga. Nadie es obligado a hablar de nada que no quiera o pueda en un momento dado.
Suscríbete y descarga gratis mis ebooks con los que podrás aprender cómo mejorar tu autoestima y reducir la dependencia emocional hacia los demás.
Cómo funciona: en cuanto te apuntes, recibirás un email para poder descargarte tus regalos. Al suscribirte recibirás periódicamente mi newsletter con información de tu interés sobre autoestima, compasión e inteligencia emocional. De vez en cuando recibirás alguna oferta para mis cursos y talleres.
Responsable: Beatriz Alvarez Valera
Finalidad: gestionar el alta a esta suscripción y remitir boletines periódicos con información y oferta prospectiva de productos o servicios propios.
Legitimación: Consentimiento del interesado.
Destinatarios: Active Campaign. Ver la política de privacidad de Active Campaign.
Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en beaalvarezcontacto@gmail.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.